ENTI LA TIERRA P EQUEÑA rosa, rosa pequeña, a veces, diminuta y desnuda, parece que en una mano mía cabes, que así voy a cerrarte y a llevarte a mi boca, pero de

Letrade Poema 3. Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, lento juego de luces, campana solitaria, crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, caracola terrestre, en ti la tierra canta! En ti los ríos cantan y mi alma en ellos huye. como tú lo desees y hacia donde tú quieras. Márcame mi camino en tu arco de esperanza.

DESDEel fondo de ti, y arrodillado, un niño triste, como yo, nos mira. Por esa vida que arderá en sus venas. tendrían que amarrarse nuestras vidas. Por esas manos, hijas de tus manos, tendrían que matar las manos mías. Por sus ojos abiertos en la tierra. veré en los tuyos lágrimas un día.
Todoen ti fue naufragio! (Neruda 1967:101). He aquí un acto de conciencia no controlado por el sujeto lírico, puesto que este "recuerdo" emerge, aparece de pronto, no ha sido RESIDENCIA EN LA TIERRA. La poesía de Pablo Neruda vive un cambio notable a partir de las Residencias.
agudade la vida, pescados hacinados, contextura de techos con sol frío en el cual la flecha se fatiga, delirante marfil fino de las patatas, tomates repetidos hasta el mar. Y una mañana todo estaba ardiendo y una mañana las hogueras salían de la tierra devorando seres, y desde entonces fuego, pólvora desde entonces, y desde entonces sangre.
Poema3 | Pablo Neruda. Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose, lento juego de luces, campana solitaria, crepúsculo cayendo en tus ojos, muñeca, caracola LACARTA EN EL CAMINO. ADIÓS, pero conmigo serás, irás adentro de una gota de sangre que circule en mis venas o fuera, beso que me abrasa el rostro o cinturón de fuego en mi cintura. Dulce mía, recibe el gran amor que salió de mi vida y que en ti no encontraba territorio como el explorador perdido en las islas del pan y de la miel. Poema3. Ah vastedad de pinos, rumor de olas quebrándose. caracola terrestre, en ti la tierra canta! como tú lo desees y hacia donde tú quieras. y soltaré en delirio mi bandada de flechas. donde mis besos anclan y mi húmeda ansia anida. en el atardecer resonante y muriendo! doblarse las espigas en la boca del viento. Enti la tierra - Pablo Neruda. Pequeña. rosa, rosa pequeña, a veces, diminuta y desnuda, parece que en una mano mía cabes, que así voy a cerrarte y a llevarte a mi boca, pero de pronto mis pies tocan tus pies y mi boca tus labios, has crecido, suben tus hombros como dos colinas, tus pechos se pasean por mi pecho, mi brazo alcanza apenas a 36DiEC.
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